Adicción "Chispitas"
| Chispitas |
Adicción.
¿Qué es la adicción?
La adicción es como un circuito atrapado en un bucle. Imagina que el cerebro tiene un sistema de recompensas, un mecanismo que se activa cuando haces algo que te gusta, como comer tu comida favorita o escuchar una canción que te encanta. Este sistema libera dopamina, una sustancia química que te hace sentir bien y motiva a repetir esa acción. Ahora, cuando algo (una sustancia, actividad, o incluso comportamiento)activa ese sistema de forma descontrolada, empieza la adicción. Es como si el cerebro se acostumbrara a recibir esa dopamina extra y cada vez necesitara más para sentir la misma satisfacción. Las personas adictas se sienten impulsadas a buscar esa sustancia o actividad aunque les cause daño, porque el cerebro les da la falsa sensación de que la necesitan para sentirse bien o normales.
Con el tiempo, la adicción se vuelve como un jefe que dicta las reglas y toma el control. Ya no es solo buscar placer, sino evitar el malestar que surge al no tener esa sustancia o actividad. Así, las personas suelen perder control y empiezan a descuidar aspectos importantes de sus vidas (salud, relaciones, trabajo, etc.) porque el cerebro está enfocado en esa recompensa adictiva. La adicción, en resumen, es una enfermedad que engaña al cerebro, lo hace dependiente de algo que en un principio causaba placer, pero que eventualmente se vuelve una necesidad dañina.
En los siguientes videos se explicará de manera más exacta y formal lo que es la adicción.
Es importante recalcar que la adicción no se limita solo a sustancias como las drogas o el alcohol. En realidad, ¡podemos volvernos adictos a muchas cosas! Esto pasa porque el cerebro responde al placer y a la recompensa sin distinguir si viene de una sustancia o de una actividad:
- Sustancias químicas: aquí entran las drogas ilegales como la cocaína o la heroína, pero también sustancias legales como el alcohol, el tabaco e incluso los medicamentos. El cerebro se acostumbra a los efectos de estas sustancias y luego “pide” más para sentir lo mismo.
- Comida: ¿alguna vez has sentido que no puedes dejar de comer papas fritas o chocolate? Algunos alimentos, sobre todo los altos en azúcar, grasa o sal, pueden activar el sistema de recompensa del cerebro de forma tan intensa que generan una especie de dependencia.
- Tecnología y redes sociales: al revisar el teléfono o recibir "likes" en redes, el cerebro libera pequeñas dosis de dopamina que hacen sentir bien, así que las personas vuelven a revisar el teléfono una y otra vez. Es fácil perder el control y volverse adicto a estas "recompensas digitales."
- Videojuegos: pueden ser una gran fuente de entretenimiento, pero algunas personas se ven atrapadas en ellos al punto de descuidar responsabilidades o perder la noción del tiempo.
- Compras: el acto de comprar puede producir una sensación intensa de emoción, sobre todo si se trata de algo que deseabas mucho. El problema es que hay quienes desarrollan una necesidad compulsiva de comprar para experimentar ese “subidón,” lo que puede llevar a problemas financieros y emocionales.
- Trabajo: aunque parece inofensivo, algunas personas se vuelven adictas a la productividad y el éxito laboral, olvidando el descanso y las relaciones personales, lo cual termina afectando su salud.
- Como ves, cualquier actividad o sustancia que nos proporcione una sensación fuerte de placer puede llevar a una adicción. Es importante aprender a disfrutar sin dejar que eso se vuelva una necesidad que controle nuestra vida.
En el siguiente video se explica igual de una manera amplia que es la adicción desde un punto de vista analítico y crítico:
¿Por qué es importante saber esto?
Es importante entender la naturaleza de la adicción y los distintos tipos que existen, porque nos ayuda a identificar conductas que podrían afectar nuestra vida. Saber que no solo las sustancias químicas, sino también ciertas actividades o comportamientos cotidianos, pueden atraparnos en un ciclo de dependencia es clave para cuidarnos. Además, conocer esto nos permite ser conscientes de los límites saludables y detectar señales de alerta, tanto en nosotros mismos como en las personas que queremos. La información es nuestra mejor herramienta para prevenir que algo placentero se convierta en una necesidad dañina, y así mantener el equilibrio en nuestra vida.
Con esto se te darán una definiciones importantes a considerar para este tema:
- Adicción: es cuando algo se convierte en una necesidad para nosotros, aunque sepamos que nos está haciendo daño. La persona pierde el control, y esa búsqueda de la sustancia o actividad se vuelve casi un “piloto automático” que dirige su vida.
- Síndrome de abstinencia: es lo que ocurre cuando intentas dejar una sustancia a la que te has acostumbrado. Imagina que el cuerpo “protesta” porque ya no recibe lo que estaba acostumbrado. Esto puede causar desde ansiedad hasta síntomas físicos como temblores o dolor.
- Tolerancia: es como cuando al principio una pequeña cantidad de algo te hace efecto, pero después necesitas cada vez más para sentir lo mismo. Así empieza la dependencia, porque el cuerpo ya se “acostumbró” y pide una dosis mayor.
- Dependencia: es cuando el cuerpo o la mente creen que necesitan de esa sustancia o actividad para sentirse bien o “normal”. Puede ser física (el cuerpo siente malestar sin ella) o psicológica (la mente no para de pensar en conseguirla).
- Recaída: es cuando, después de intentar dejar algo, vuelves a caer en la misma adicción. Es común y parte del proceso, pero puede ser frustrante. Una recaída no es un fracaso; es una oportunidad de aprender y reforzar el camino hacia la recuperación.
- Dopamina: es el “químico de la felicidad” en el cerebro. Cada vez que haces algo que te gusta, como comer algo delicioso o recibir un cumplido, tu cerebro libera dopamina, haciéndote sentir bien. Las adicciones hacen que el cerebro dependa de ella para sentirse satisfecho.
- Sistema de recompensa: imagina que en el cerebro hay un circuito que celebra cada vez que algo nos gusta, y que almacena esa “receta de la felicidad” para buscarla de nuevo. Este sistema es el que hace que quieras repetir lo que te hace sentir bien, pero también es el que se ve atrapado en la adicción.
- Desintoxicación: es el proceso de eliminar una sustancia del organismo. Es como “limpiar” al cuerpo para que vuelva a funcionar sin necesidad de esa sustancia y, aunque es difícil, es el primer paso para salir de la adicción.
- Compulsión: es un impulso tan fuerte que no puedes evitar hacer algo, como revisar el teléfono o consumir una sustancia aunque no quieras. Es uno de los motores de las adicciones, ya que te lleva a buscar esa recompensa sin importar las consecuencias.
- Refuerzo positivo y negativo: el positivo es cuando algo se usa para sentir placer (como comer chocolate), y el negativo es cuando lo usas para evitar sentirte mal (como usar una sustancia para evitar ansiedad). Las adicciones suelen mezclar ambos, haciendo que sea difícil dejar esa “solución rápida” para sentirse bien.
- Anhedonia: es cuando ya no puedes disfrutar de cosas que antes te gustaban, porque el cerebro se acostumbró tanto a la recompensa intensa de la adicción, que cosas normales ya no producen placer. Puede ser un desafío grande en la recuperación.
- Codependencia: es cuando alguien cercano a una persona adicta se enfoca tanto en ayudarla que empieza a descuidarse a sí mismo. Puede parecer apoyo, pero también se convierte en una relación dañina si ambos no encuentran un equilibrio.
Ahora veamos cuáles son las principales adicciones de los jóvenes de 15años-18años en la actualidad.
- Alcohol: Es una de las sustancias más consumidas entre los adolescentes debido a su accesibilidad y a la aceptación social en muchos entornos.
- Tabaco y vapeo: Aunque el consumo de cigarrillos tradicionales ha disminuido el uso de cigarrillos electrónicos y vapeadores ha aumentado. Estos dispositivos suelen contener nicotina y otras sustancias adictivas.
- Cannabis: con la legalización en varios lugares y la percepción de bajo riesgo el consumo de marihuana ha aumentado entre los adolescentes.
- Drogas recreativas (éxtasis MDMA LSD entre otras): Estas sustancias son utilizadas en eventos y fiestas y su consumo puede estar relacionado con la búsqueda de experiencias intensas y alteradas.
- Adicción a las redes sociales: Pasar muchas horas en redes sociales puede generar dependencia impactando la salud mental el sueño y la autoestima.
- Videojuegos: La adicción a videojuegos es común especialmente a aquellos en línea que promueven la interacción continua lo que dificulta que los jóvenes se desconecten.
- Pornografía: La accesibilidad y anonimato en internet ha facilitado que muchos adolescentes desarrollen dependencia al contenido pornográfico lo que puede influir en su salud mental y relaciones.
- Adicción al celular (nomofobia): La dependencia al teléfono móvil y la incapacidad de separarse de él debido a la necesidad de conexión constante redes sociales y entretenimiento.
- Estimulantes (medicamentos como el Ritalin o Adderall): Algunos jóvenes recurren a estos fármacos sin receta para mejorar el rendimiento académico aunque conllevan riesgos de adicción y efectos secundarios.
- Compras y consumo impulsivo: La tendencia a realizar compras impulsivas motivadas por influencias de las redes sociales o el marketing digital puede llegar a ser una adicción en algunos casos.
Principales consecuencias de la adicción.
La adicción es un fenómeno complejo que impacta la vida de quien la sufre de múltiples maneras. Primero, la salud física es gravemente afectada: el consumo continuo de sustancias puede deteriorar órganos vitales, alterar funciones del cerebro y reducir la esperanza de vida. Además, la adicción puede desencadenar enfermedades crónicas, como problemas respiratorios, cardiovasculares o hepáticos, dependiendo de la sustancia consumida.
A nivel emocional, la persona pierde el control sobre su bienestar, sumergiéndose en un ciclo de ansiedad, depresión o sentimientos de culpa. A menudo, el adicto experimenta una desconexión emocional con su entorno, aislándose de amigos y familiares, lo que alimenta la sensación de soledad y desesperanza. Las relaciones interpersonales se resienten, ya que el comportamiento errático y las mentiras constantes para ocultar la adicción crean desconfianza.
La adicción también repercute en la vida social y profesional. Las prioridades cambian, y las actividades que antes eran importantes quedan relegadas al segundo plano. Las obligaciones laborales o educativas suelen ser ignoradas, lo que puede generar problemas económicos, desempleo y pérdida de oportunidades. La falta de rendimiento o el ausentismo pueden deteriorar la carrera profesional y las relaciones laborales.
En un plano psicológico, la adicción crea una dependencia emocional hacia la sustancia, que reemplaza otros métodos más saludables de afrontar el estrés o las emociones. Esto puede llevar a un desgaste mental, haciendo cada vez más difícil el proceso de recuperación. El deseo constante de consumir se convierte en una obsesión, bloqueando la capacidad de la persona para tomar decisiones racionales y planificar su vida.
Finalmente, el impacto en la sociedad también es profundo: la adicción puede contribuir a la delincuencia, la violencia y a la sobrecarga de sistemas de salud pública, lo que representa un desafío colectivo. Los recursos para tratar la adicción son limitados, y muchas veces las personas no acceden a ellos por estigma o falta de apoyo.
El panorama es complejo, pero en muchos casos, la recuperación es posible. El tratamiento adecuado, el apoyo social y un entorno positivo pueden permitir a las personas superar la adicción.
Los siguientes videos podemos encontrar unas consecuencias a base del abuso de diferentes sustancias (Cannabis, hongos alucinógenos y TLC)
Recomendaciones.
Analiza la información presentada en este documento con todo el respeto y seriedad posible dado a que son cosas que pueden afectar en tu vida diaria o a una persona cercana a ti.
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